En los polos, por la posición de la Tierra respecto del Sol,
los rayos bajan oblicuamente. En consecuencia, no logran ser absorbidos
totalmente por el suelo, y un gran porcentaje del calor es rechazado por
reflexión. Las temperaturas son muy rigurosas; en muchos sitios, no alcanzan
valores por encima de cero ni siquiera en verano. Las marcas extremas que se han
registrado son de -88º C en la Antártida, y -50º C en el Ártico.
Otra
característica es que en ambas áreas, a medida que se está más cerca de los
polos, los inviernos son más oscuros y los veranos más luminosos. En las zonas
polares, verano e invierno duran seis meses, y durante la estación más fría el
Sol no asoma en el horizonte.
los rayos bajan oblicuamente. En consecuencia, no logran ser absorbidos
totalmente por el suelo, y un gran porcentaje del calor es rechazado por
reflexión. Las temperaturas son muy rigurosas; en muchos sitios, no alcanzan
valores por encima de cero ni siquiera en verano. Las marcas extremas que se han
registrado son de -88º C en la Antártida, y -50º C en el Ártico.
Otra
característica es que en ambas áreas, a medida que se está más cerca de los
polos, los inviernos son más oscuros y los veranos más luminosos. En las zonas
polares, verano e invierno duran seis meses, y durante la estación más fría el
Sol no asoma en el horizonte.
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